Hoy, con motivo del Día Mundial del Teatro, nos gustaría recuperar la obra de teatro “La Velocidad del Otoño”, protagonizada por Lola Herrera.
Aunque esta obra realizó su gira a principios del año pasado, nos sigue pareciendo muy reivindicativa de los derechos de las personas mayores, así como representativa de los valores de nuestra asociación.
Se trata de una comedia de Eric Coble que recuerda a los espectadores que no dejamos de ser personas por el hecho de hacernos mayores. La protagonista nos hace ver que pasar de los 60 años no implica perder identidad ni capacidad de decisión.
La consagrada actriz, Lola Herrera, interpreta a Alejandra. Se trata de una mujer de 79 años que quiere protegerse de los constantes intentos de sus hijos de socavar su autonomía. Todos ellos intentan, sin éxito, llevarla a una residencia.
Ante esto, la protagonista se defiende con uñas y dientes, hasta con una barricada de cócteles molotov que coloca en la entrada de su casa.
El único recurso que les queda a sus hijos es llamar a su hermano pequeño, interpretado por Juanjo Artero, para intentar convencer a su madre de que una residencia es “lo mejor para ella”.
Es entonces, en las conversaciones que mantiene con su hijo pequeño, cuando vemos cómo Alejandra utiliza argumentos reivindicativos para argumentar por qué deben respetar su decisión de permanecer en su casa.
Una de las frases más bonitas de la obra es la pronunciada por Lola Herrera: “en la vejez también hay belleza”. Con ella grita al mundo que los años no pesan, suman.
El teatro representa un mecanismo de expresión, de comunicación, de interacción social y de ocio. Desde la psicogerontología lo consideramos una oportunidad más para desarrollar el envejecimiento activo.
Aquí podéis ver una entrevista a los dos protagonistas de esta obra que pudimos disfrutar el año pasado.