El pasado viernes 28 de septiembre la AEPG tuvo el placer de participar en la primera reunión del Grupo de Trabajo Interdisciplinar (GTI) de Educación Gerontológica de la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG).
Raúl Vaca Bermejo, miembro destacado del Grupo de Trabajo Interdisciplinar de la SEGG , además de socio-fundador de la AEPG, junto a la actual presidenta de la AEPG, Ana María González Jiménez
El Grupo de Trabajo está coordinado por Lourdes Bermejo García, pedagoga, y cuenta entre sus miembros destacados con Raúl Vaca Bermejo, neuropsicólogo y socio-fundador de la AEPG. Además, el grupo se nutre de relevantes profesores e investigadores universitarios de toda España y profesionales de diferentes disciplinas. El grupo ha realizado en los últimos años importantes contribuciones a la promoción del empoderamiento de las personas mayores:
- Artículo: “El empoderamiento en el ámbito de la gerontología clínica y social”. [1] Descarga aquí
- Comunicación: “Cuestionario sobre empoderamiento en personas mayores. Aprendizajes adquiridos, replanteamiento y cambios”.[2]
- Presentación Oral: “El empoderamiento de las personas mayores en la gerontología actual: Visión de los profesionales.”[3]
Nuestra asociación fue invitada a participar en la reunión, que se celebró en la sede de la SEGG a la que acudió nuestra actual presidenta, Ana Mª González Jiménez y en la que otros miembros del grupo estuvieron presentes de forma virtual. El empoderamiento fue la temática abordada durante esta primera reunión del Grupo de Trabajo, en la que se compartieron los avances logrados en los últimos meses: delimitación del marco teórico del concepto de empoderamiento en las personas mayores y elaboración y aplicación de un instrumento para su evaluación. Posteriormente se intercambiaron y debatieron diferentes propuestas para consensuar qué pasos continuar dando. Así, a lo largo de la sesión se hizo énfasis en la necesidad de que lo avanzado por el grupo y los siguientes pasos que se den, sirvan para lograr cambios reales y significativos, devolviendo a las personas mayores el poder sobre sus propias vidas en los diferentes contextos en los que participan. Por otro lado, se reconoció a los familiares y profesionales como valiosos agentes para lograr el cambio, al jugar un papel clave en la consecución del empoderamiento.
