Jaime Berdejo, socio de la Asociación Española de Psicogerontología, comparte las conclusiones de su participación en el XIV Congreso Internacional de Cuidados Paliativos al que tuvo la oportunidad de ir gracias a una entrada que facilitó la organización a la Asociación.
Del 20 al 22 de octubre de 2024, tuvo lugar el XIV Congreso Internacional de Cuidados Paliativos bajo el lema «Cuidados paliativos esenciales para la Salud Pública». Este evento reunió a expertos en la materia con el objetivo de analizar el estado actual de los cuidados paliativos y su integración en los sistemas de salud.
Uno de los temas más destacados fue la evidente necesidad de ampliar su cobertura, ya que en España apenas un tercio de la población que los necesita tiene acceso a ellos.
El déficit formativo en cuidados paliativos
Un aspecto central del debate fue la necesidad de mejorar la formación en cuidados paliativos en las universidades de medicina.
Actualmente, solo el 40% de las universidades españolas incluyen una asignatura específica sobre este tema. Esto representa una barrera significativa para la expansión de los cuidados paliativos, ya que el personal médico formado en esta área es esencial para proporcionar una atención de calidad a los pacientes terminales.
El impacto de la pandemia de COVID-19
Los cuidados paliativos, que en sus inicios estaban mayormente vinculados a pacientes oncológicos, han experimentado un resurgimiento en los últimos años, especialmente a raíz de la pandemia de COVID-19. El manejo de pacientes terminales en sus hogares, como una alternativa a la atención hospitalaria, cobró
mayor importancia durante esta crisis sanitaria. Este cambio subrayó la necesidad de fortalecer y diversificar los servicios de cuidados paliativos, adaptándolos a diferentes contextos y necesidades.
La sedación en cuidados paliativos: un debate abierto
Uno de los temas más controvertidos que se abordaron en el congreso fue el de la sedación paliativa, particularmente en cuanto a la intensidad y duración de la misma. Si bien existe consenso en que una sedación intensa es necesaria para tratar síntomas físicos refractarios, como el delirium o la disnea, no sucede lo mismo cuando se trata de síntomas emocionales, como la ansiedad o la depresión. Surge así la pregunta: ¿cuándo la sedación paliativa podría considerarse eutanasia encubierta? Este es un debate ético
que sigue sin resolverse y que plantea grandes desafíos en la práctica médica y psicológica.
Deseo de anticipar la muerte (DAM) y factores psicológicos
Otro tema clave del congreso fue el Deseo de Anticipar la Muerte (DAM), un fenómeno que ha ganado atención en el ámbito de los cuidados paliativos. Marina Martínez, doctora en Psicología de la Clínica Universidad de Navarra, presentó una investigación que analiza los factores psicológicos que influyen en este deseo, entre los que se encuentran la depresión, la ansiedad, la desmoralización y el sufrimiento. La doctora Martínez propuso la terapia de la dignidad y del legado como estrategias de acompañamiento para abordar estos factores, aunque reconoció que, en algunos casos, no es posible revertir el deseo del paciente de adelantar su muerte.
Primer informe sobre eutanasia: datos y reflexiones
Andrea Rodríguez, de la Universidad Internacional de Catalunya, presentó un informe sobre el primer año de la aplicación de la ley de eutanasia en España. Los datos reflejan diferencias significativas entre los pacientes que optan por cuidados paliativos y aquellos que solicitan la eutanasia. Mientras que el 69% de los pacientes en cuidados paliativos son oncológicos, solo el 33% de los casos de eutanasia corresponden a este grupo.
En contraste, las enfermedades neurológicas representan el 13% de los casos en cuidados paliativos, pero un 36% de los casos de eutanasia. En cuanto a las razones para solicitar la eutanasia, el informe destaca la incapacidad para participar en actividades (86%), la pérdida de capacidad para realizar actividades de la vida diaria (81,9%) y el sufrimiento físico y emocional (72,4%) como los principales motivos. Además, la carga percibida para la familia o los cuidadores también fue un factor significativo en el 46,9% de los
casos.
Reflexión final: más allá de las ideologías
Como conclusión personal, es esencial que los profesionales de la salud y de la psicogerontología adopten una postura ecléctica y centrada en la persona, sin dejarse influir por ideologías al abordar
el final de la vida. Los cuidados paliativos, la eutanasia y el suicidio asistido son opciones que deben considerarse de manera ética y respetuosa, siempre con el bienestar del paciente como prioridad.
Aunque no podemos decidir el inicio de nuestra vida, deberíamos tener derecho a decidir sobre su final, asegurándonos de que el proceso esté acompañado por el apoyo emocional y psicológico necesario para respetar la dignidad de la persona
Muchas gracias, Jaime por acercar a todas las personas socias el contenido de las ponencias y la actualización en cuidados paliativos y por compartir también tu opinión personal. Estamos muy contentos de poder brindar estas oportunidades de formación a las personas asociadas.