Os presentamos el proyecto Paisajes Silentes de Sol Martínez Fresno

PAISAJES SILENTES

-Animación estimulativa con cinematografía del paisaje para residentes geriátricos-

PAISAJES SILENTES es una innovadora actividad de animación estimulativa creada por Sol Martínez Fresno para aplicar con residentes geriátricos. Se fundamenta en proyecciones con Cinematografía del
Paisaje. Surge como respuesta a la necesidad de atender la emotividad y el estado
anímico de las personas en situación de dependencia y se aplica en centros de la
provincia de Huesca desde el año 2009.

Paisajes Silentes

Tiene la peculiaridad de ser una cinematografía creada expresamente para aproximar
a los residentes la actualidad de la naturaleza, vista en el ciclo agrícola, las estaciones
y la climatología. Las proyecciones de estos paisajes, realizadas de modo itinerante en
una gran pantalla, se acompañan de música adecuada y cuentan con la presencia de
un facilitador que, basándose en las imágenes, propone dinámicas a cada grupo de
residentes. Con la cinematografía del paisaje, la música y las propuestas del facilitador
se promueve la expansión emocional y las relaciones humanas, aunque también se
establece con esta actividad un espacio para la intimidad de las personas y la
relajación.PS

La estructura de sus sesiones permite realizar intervenciones para grandes grupos a la
vez que cada persona se siente, y es, atendida individualmente. Su finalidad es
favorecer el bienestar de cada residente y fortalecer su capacidad de resiliencia. Por
ello, el facilitador dirige cada intervención hacia unos objetivos concretos que traza
previamente para cada grupo, pero que modifica en función de las necesidades
concretas que observa en los participantes.

Con la propuesta se ofrece a los residentes nuevas oportunidades de sentir
experiencias gratificantes, en un espacio apto y accesible para todos -incluidos
quienes por su estado no pueden participar en otras actividades-. Así, las personas
que por su situación escasamente pueden salir al exterior, tienen la oportunidad de
transitar con la imaginación por lugares en los que expandir el ánimo con un
tonificante paseo en plena naturaleza. Estos Paisajes Silentes generan una innovación
mental positiva en la impronta emocional de quienes los contemplan. Con ello, los
residentes desarrollan la imaginación y construyen emociones y pensamientos
optimistas.

Mediante la proyección, se ofrece un lenguaje visual específico que se define y
materializa del siguiente modo:
Es una cinematografía estable que se desarrolla en secuencias de planos fijos que
describen el movimiento implícito del paisaje que contemplan, dejando que la
realidad del natural hable por sí misma en el transcurrir del tiempo. La fuerza de esta
cinematografía está precisamente en la viveza del paisaje y en el realismo de lo que
muestra cada plano. Planos que representan exclusivamente paisaje y naturaleza, solo
los espacios, sin intervención de personajes dentro de la escena. La lentitud con que
transcurre la secuencia permite a los espectadores mantener una vigilancia relajada
pero activa. Las imágenes, aparentemente inmóviles laten y respiran. Estimulan la
capacidad interpretativa de los residentes al permitirles elegir qué parte de la
composición contemplar, ofreciéndoles la posibilidad de hacerlo pausadamente. Son
imágenes que no fatigan a los espectadores geriátricos.PS2
Es una cinematografía que, en las metáforas del paisaje, lleva implícito un mensaje
intencional. Y, aún así, queda abierta a múltiples lecturas posibles; cobra verdadero
sentido en el momento en que despierta la atención de los espectadores y en la
manera en cómo estos perciben las imágenes. Es decir, los residentes participan en la
construcción del sentido de la imagen pues, cada uno a su modo, dota al paisaje de
un significado para sí. Cada residente marca sobre el paisaje su impresión y el paisaje
natural desde la pantalla envía otro mensaje que retro-alimenta esta relación, en un
diálogo de la mirada del residente con el paisaje. Una conversación que transcurre al
ritmo acorde de quien contempla esos espacios y siente, próxima y viva, la
transformación silenciosa y constante de la Naturaleza. Así fluyen conversaciones
entre el paisaje natural y la mirada de los residentes. Entre una cinematografía del
paisaje que estimula, tonifica, recrea, esperanza y acoge, y la mirada de quienes lo
contemplan, que participan en la conversación desde la serenidad de la vejez, con
tiempo para dedicarle y con la necesidad de dialogar.

En esa relación, entre cada espectador y la secuencia del paisaje, se abre un espacio
donde los residentes elaboran duelos acumulados, donde fluyen emociones y
sentimientos reprimidos y se liberan tensiones. Donde se desarrollan la imaginación y
la creatividad. Un espacio que comparten con otros residentes, donde además
cultivan la amistad al intercambiar emociones y pensamientos optimistas.

Natalia Román Cosculluela, terapeuta ocupacional, describe así los efectos de aplicar
una programación continuada a los residentes de IMSARTE:
El objetivo de los profesionales que trabajamos en geriatría es mejorar la calidad de vida y
retrasar la dependencia en las personas mayores. Bajo esta perspectiva, Paisajes Silentes se
presenta como una herramienta muy útil en la intervención con las personas mayores.
Especialmente en las personas con deterioro cognitivo. Es una actividad que, a través de la
cinematografía de los paisajes y la música, conjuga la orientación a la realidad, la reminiscencia,
la estimulación sensorial… En muchos centros geriátricos, ya sea por su ubicación o por problemas de accesibilidad, los usuarios no pueden disfrutar de espacios al aire libre rodeados de naturaleza o espacios verdes. Paisajes Silentes nos trae en imágenes la naturaleza. Imágenes, que en conjunción con la música y el director de la sesión como elemento facilitador, hace que las sesiones se puedan adaptar a todas las deficiencias. Son sesiones estructuradas, que empiezan y terminan de la misma forma. Lo cual facilita el recuerdo y la orientación. A través de las imágenes, nos orienta en el tiempo y lugar en el que nos encontramos. Con la descripción verbal de los paisajes, se da pie a la imaginación, a la
comunicación entre los asistentes y sobre todo al recuerdo. Recuerdo que en el caso de las
personas con demencia no les produce tanto esfuerzo como estar conectados a la realidad.
Situación que no les produce desasosiego, en la que se encuentran seguros, mejorando así su
autoestima. Evocan imágenes, sensaciones y emociones. Estas emociones, ingredientes de la
conducta, activan el sistema neuroendocrino y neurovegetativo, produciendo cambios en el ritmo cardiaco y respiratorio, agitación… Así podemos trabajar la relajación o la activación en función de nuestros objetivos En pacientes que todavía conservan la capacidad del lenguaje, se estimula a la descripción del paisaje, sus características y cualidades, potenciando así el lenguaje verbal. Sabemos que la música la procesamos en el córtex prefrontal medial. Esta área es la zona que más tarde se deteriora en la enfermedad de Alzheimer. Cuando estos pacientes ya han perdido la capacidad de comunicación o incluso la capacidad de reconocer las imágenes, al utilizar la música en las sesiones, nos podemos seguir comunicando con ellos. A través de los colores, de la luz y del movimiento de los paisajes podemos seguir estimulando a estos pacientes y a sus emociones. Emociones, que a su vez nos trasmiten a través de su conducta. Centrándonos en las positivas proporcionamos bienestar y, por lo tanto mejora en la atención y en la calidad de vida de nuestros residentes

Paisajes Silentes demuestra ser una cinematografía comprensible y reconocida por
personas afectadas de deterioro cognitivo. Especialmente a estas personas, sentir que
tienen la capacidad de entender los mensajes que esta cinematografía traduce para
ellos, les transmite serenidad, incrementa su autoestima y les ayuda a expresarse.
Estos Paisajes Silentes son, además, evocadores de recuerdos personales y de
memoria colectiva. Contribuyen así a que este tipo de espectadores reconecten con
su identidad personal. Una cinematografía que auna las sensaciones personales con
las del grupo, al construir un espacio mágico propio dentro del imaginario colectivo.
Paisajes que evocan a los residentes su pasado, y que les brindan oportunidades de
volver a disfrutar con la contemplación de una naturaleza que reconocen y les
gratifica. Son paisajes que invitan a compartir con los otros espectadores experiencias
pasadas y presentes, y a disfrutar de una actividad recreativa que les estimula anímica
y cognitivamente.

Esta actividad con cinematografía del paisaje busca fomentar el sosiego, la alegría, la
imaginación y la memoria mediante el encuentro del espectador consigo mismo y
con el grupo. Pretende fortalecer en los espectadores la confianza en sí mismos,
ofrecerles estímulo, oportunidades de participación, de desarrollo personal y de
relajación, acrecentar su capacidad de resiliencia, despertar la creatividad, potenciar
su relación con el entorno, contribuir a que los residentes se adapten mejor a esta
etapa de su vida, y ofrecerles alivio y fortaleza en los momentos de duelo que tan
habitualmente viven estas personas.
En definitiva, una cinematografía creada para contribuir a la calidad en la atención
geriátrica ya que optimizar el estado de estas personas beneficia a los propios
residentes y todos los sectores relacionados, familiares y profesionales, al facilitar el
trabajo al equipo asistencial con esta mejoría psíquica y anímica de los residentes.

Artículo y fotografías cedidas por Sol Martínez Fresno: cinematógrafa y promotora de Paisajes Silentes

Para saber más, puedes visitar su blog en el cual podrás descargar en PDF su libro/guía sobre el proyecto

http://algasfrescas.blogspot.com.es/

o contactar con ella en:

algasfrescas@gmail.com

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Publicado en: Actualidad, Artículos temáticos
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