Coincidiendo con la conmemoración del Día Mundial del Alzheimer, la arquitecta Berta Brusilovsky, experta en accesibilidad cognitiva, escribe este artículo para la AEPG.
INTRODUCCIÓN
Comienzo este artículo pensando sobre todo en quienes lo van a leer, ya que va dirigido al Canal de noticias de la Asociación Española de Psicogerontología (AEPG), una agrupación de profesionales que ponen su esfuerzo en un aspecto de las personas que es sustancial siempre, y aún más en este caso. A diferencia de lo que ocurre con la arquitectura, que hay que insistir aun acerca de su importancia para el mantenimiento de la calidad de vida en la vejez con enfoques que miren más allá del concepto tradicional de tipología, ya sean habitacionales o equipamientos especializados.
Por ello a diferencia de mis artículos que se dirigen a compañeros de mi profesión, que se centran sobre todo en recomendaciones técnicas voy a apoyarlo en aspectos de funcionamiento de las personas relacionados con neurología de la conducta espacial que para la psicología tienen una gran importancia. Y que la arquitectura reconociendo su importancia interpreta, para crear escenarios espaciales adaptados a la diversidad de las personas.
Ya son muchos los profesionales que llevan -llevamos- diciendo que la actividad fisica en los mayores representa un factor de conservación no solo de su autonomía, algo evidente, sino de su actividad neuronal, sin cuyo mantenimiento, el resto de las funciones del sistema nervioso humano se pueden ir malogrando de a poco, o muy rápidamente. La percepción espacial, la movilidad física sin perder el equilibrio corporal en el desarrollo de esta actividad, representan funciones que en la vejez hay que conservar, aunque con actividades y medios de apoyo (cuando sea necesario). Pero sobre las cuales el diseño de los entornos, facilitadores y sin barreras contribuyen a mejorar y también mantener.
En el caso especial de la enfermedad de Alzheimer precoz de la cual voy a hablar, esta actividad física es, sin duda, un factor tan importante que, sin exagerar, puede serlo tanto como las sesiones de activación neurológica que se llevan a cabo en talleres de logopedia, fisioterapia, terapia ocupacional y psicología.
De ahí que la arquitectura, como el espacio donde se pueden fomentar actividades físicas, creando espacios motivacionales, con capacidad para desarrollarlas, requiere algunos antecedentes dirigidos a comentar aspectos teóricos de la percepción en las personas con Alzheimer precoz. Porque si de actividad física y deambulación se trata, debe mirarse con mucha atención la seguridad espacial física y cognitiva de las personas.
Es oportuno comentar aquí que los aspectos estructurales de este artículo tienen como soporte teórico, conceptual y experiencial a los proyectos ya ejecutados o pendientes de ejecución en residencias y centros de día municipales del Ayuntamiento de Madrid a quien agradezco una vez más la oportunidad de poder demostrar que nuestras investigaciones en materia de neurociencia -concretamente neurología de la conducta espacial- y arquitectura son absolutamente necesarias y resultan eficaces para mejorar la calidad de vida de (todas) las personas en espacios de vida cotidiana.
Por ser significativamente importantes se citan a modo de comienzo estas conclusiones del estudio publicado en la Revista Neurology:
- El 7% de los sujetos tuvo una presentación diferente al trastorno de la memoria.
- Tuvieron problemas en las funciones ejecutivas
- Los trastornos de comportamiento fueron las presentaciones atípicas más prevalentes.
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